Diseño de un nano-biosensores para el cribado y detección rápida de diferentes patologías
Los diferentes de inmunoensayos para medir la presencia o concentración de analitos en fluidos biológicos se basan en la capacidad de un anticuerpo para reconocer y unirse a un analito específico en una mezcla compleja de macromoléculas. Las pruebas de biodetección basadas en nanopartículas exhiben propiedades interesantes que incluyen: mayor sensibilidad, especificidad, portabilidad y versatilidad para la detección de una variedad de biomarcadores. Los ensayos de flujo lateral (LFA), también conocidos como "pruebas de flujo lateral" o "inmunoensayos de flujo lateral" representan uno de los inmunoensayos cualitativos y cuantitativos de más rápido crecimiento que se pueden utilizar para la detección de muchos antígenos diferentes para la detección temprana de enfermedades y seguimiento de pacientes. Los ensayos LFA se han utilizado durante mucho tiempo para determinar el embarazo, pero ahora son sinónimos de las pruebas de antígeno COVID-19 (SARS-CoV-2). Estos tests son altamente específicos, robustos, de bajo costo, requieren una pequeña cantidad de volumen de muestra, son rápidos y tienen un formato de ensayo fácil de usar. Pueden ser cualitativos o cuantitativos, combinados con tecnología de lectura. Además, sus costos de desarrollo y operación son muy bajos en comparación con otros métodos de diagnóstico como el diagnóstico por perfil molecular y, debido a su naturaleza versátil, también podría usarse para detectar cáncer como una prueba de biopsia líquida.